> Museo de la Diáspora Rusa«Casa Blanca»Музей Русской Диаспоры «Белый Дом»: En memoria de Natalia Grigorievna Lubkova

BIENVENIDOS a nuestra Casa-Museo en la Colonia Rusa San Javier (Uruguay)
Monumento Histórico Nacional desde el año 2011.

ДОБРО ПОЖАЛОВАТЬ в наш Дом-Музей в русской Колонии Сан-Хавьере (Уругвай)
Национальный Исторический Памятник из 2011 года.



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Declarado de Interés por: Junta Departamental de Río Negro | Ministerio de Turismo y Deportes.


domingo, 27 de junio de 2010

En memoria de Natalia Grigorievna Lubkova


El pasado 27 de junio se cumplieron 86 años del fallecimiento de Natalia Grigorievna Lubkova (nacida Orobinskaya), esposa de Vasili Lubkov, fundadora de la Colonia Rusa San Javier, y Madre Espiritual de la Congregación Religiosa Rusa “Nuevo Israel”.

Natalia nació en Rusia el 26 de agosto de 1886 y falleció en San Javier (Uruguay) el 27 de junio de 1924. Vivió en nuestra Casa Blanca (hoy sede del Museo de la Diáspora Rusa) desde 1914 hasta su muerte. Su tumba se encuentra en el jardín de la Casa, junto a la tumba de Maxim Lavrentievich Shevchenko, anciano religioso fallecido en 1922.


Como esposa del Guía Espiritual Vasili Lubkov, Natalia fue una madre generosa y compasiva para todas las familias rusas que emigraron a San Javier en 1913. Los documentos y testimonios que conservamos en el Museo la muestran como una verdadera Madre Espiritual para toda nuestra comunidad.

Cantando junto a la tumba de Natalia Grigorievna y de Maxim Shevchenko. Agradecemos a la Comisión Directiva del Club Atlético San Javier, actual propietario de esta fracción de terreno.


Como era tradición hasta hace algunos años, hemos retomado a partir de ahora la ceremonia en recuerdo de su memoria. Descendientes de las familias rusas fundadoras de San Javier nos hemos reunido junto a su tumba para depositar una ofrenda floral y entonar el canto de difuntos "Житейское море" (“Mar de la Vida”), tal como lo hacían nuestros abuelos cada 27 de junio, que por razones climáticas esta vez debimos posponer para el domingo siguiente.

 
 


Luego nos reunimos en la Casa Blanca para compartir un té en torno al tradicional samovar de la familia Lubkov, donde leímos unos textos históricos referentes a Natalia Grigorievna Lubkova.


TEXTOS SOBRE NATALIA GRIGORIEVNA LUBKOVA

1) Testimonio del Ingeniero Agrónomo Juan Edmundo Miller al visitar San Javier en 1947:

"A poca distancia de las orillas del Río Uruguay, a espaldas del viñedo y de la quinta frutal de la Administración [la ‘CASA BLANCA’] de estas Colonias; siguiendo una glorieta, entre dos cercos vivos de tuyas, se destaca un eucalipto corpulento, ahora de ramas esqueléticas porque sus hojas fueron devoradas por la implacable langosta. Es el centinela permanente de dos sepulcros identificados con el lugar.

“Allí enterraron en 1922 a Máximo Laurentievich Shevchenko, viejo ruso de 100 años, por determinación de Natalia A. Lubkov, que murió de 42 años, el 27 de junio de 1924, y pidió que su tumba se cavara junto a la del anciano servidor.

“El sepulcro de Máximo es una construcción rústica, de ladrillo y cemento y no luce leyenda. El de Natalia está recubierto por blancas losas, donde gruesos caracteres informan el día de su muerte y del recuerdo que le dedica su hija Lila.

“El Río Uruguay, que viene resonando desde lejos y forma una curva cerrada que se inicia frente al eucalipto centinela, es testigo, en cada aniversario de Natalia, de una peregrinación de los ancianos rusos hasta la morada de la ‘santa’ y del fiel ‘servidor’.

“Por la mañana los rusos se congregan en su templo (la ‘Sabrania’) –que es una casa común- donde entonan muy sentidas canciones y se escucha un breve discurso evocador. Después se dirigen hasta las tumbas de sus queridos muertos y allí hacen la oración por el alma de la ‘santa’. Esta oración consiste en un canto tierno y cariñoso dedicado a Natalia, que, ese día, vincula a todos en un mismo sentimiento de amor, borrando las diferencias que pudieran existir entre la colectividad. Finalmente se reúnen en almuerzos parciales, se come, bebe y canta abundantemente y más tarde, formando caravanas en sus clásicos carritos, se dispersan por todos los caminos. Regresan a sus hogares, todos arbolados; regresan a sus pequeñas chacras de 40 hectáreas."

Juan Edmundo Miller, 1947.

***

2) Canto por la muerte de Natalia (1924)

(traducido del ruso por Nicolás Golovchenko Villagrán)

Madre – Palomita, santa mártir
¿Dónde te has escondido, avecita mía?
A otra región has partido pronto,
dolor y tristeza a todos nosotros nos causó.

Dinos, querida, ¿donde habitas?
¿En el fulgor de la tarde escondido en los cielos?
Despéjanos las dudas, el misterio de la existencia.

No podemos olvidar tu luminoso rostro,
La generosidad de tu corazón, la bondad de tu alma.
Un gran ejemplo nos has dejado
De dulzura, resignación y plenitud de amor.

Todo el Israel de Dios se estremece en el alma
En amor prometimos guardar tu legado.

La tierra húmeda ha abrazado tus cenizas.
Pero todos nosotros creemos que no has muerto,
El cielo te ha aceptado.

Nuestro camino está allá, donde ahora reinas
¿Tal vez con el Creador hablas sobre nosotros?
Apiádate, querida, reza a Dios por nosotros
Con tu alma inocente.

Con el Creador Todopoderoso te has reunido para la eternidad,
aquí se han quedado sólo las personas pecadoras.

Vasili Lubkov, 1924.
 
 
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